La hepatitis, en términos médicos, es la inflamación del parénquima hepático, que es la parte encargada de realizar las funciones del hígado. Esto provoca una alteración en el perfil bioquímico hepático, que puede ser diagnosticado mediante un análisis de sangre.
La Dra. Macarena Larraín, gastroenteróloga de Clínica Vespucio, explica: “La hepatitis tiene múltiples causas y muchas veces no se logra determinar con exactitud cuál es la principal. Sin embargo, contamos con una amplia gama de exámenes que nos ayudan a identificar qué tipo es”.
La hepatitis, en muchos casos, es asintomática. De hecho, una persona puede convivir con ella varios años sin saberlo. Otras veces, las de origen viral tienen indicios inespecíficos, entre ellos:
Aproximadamente 7 días después de presentarse los síntomas descritos, se produce coluria (coloración oscura de la orina) e ictericia (color amarillento de la piel y los ojos), signos característicos de las enfermedades hepáticas.
Hasta el momento, existen vacunas que previenen algunas variantes de la hepatitis. Sin embargo, la mejor forma de evitar el contagio es:
“La hepatitis A no requiere de un tratamiento específico. Para la de tipo B existe una terapia permanente que se da solamente a algunos pacientes. Por otra parte, desde el año 2015, existe un tratamiento efectivo para la hepatitis C que logra curarla en la mayoría de los casos”, afirma la gastroenteróloga de Clínica Vespucio.
Consecuencias de una hepatitis no atendida El efecto más grave de la hepatitis es la falla hepática. Si bien esta se da en un bajo porcentaje de los casos, puede provocar que el paciente requiera de un trasplante de hígado. En cuanto a las hepatitis B y C, si no se detectan a tiempo, pueden generar, a largo plazo, un daño hepático crónico conocido como cirrosis hepática. Por lo mismo, ante la sospecha de hepatitis, la Dra. Larraín recomienda: “Acudir en primera instancia a un médico internista o a un gastroenterólogo, quienes pedirán exámenes de anticuerpos (serología) para detectar la presencia de los virus de la hepatitis. Además, será necesaria una ecografía abdominal para observar el hígado y descartar que haya una causa vascular. Esto debido a que, a veces, se generan coágulos que tapan las venas y arterias hepáticas y que pueden producir una hepatitis”. |