El celiaquismo es una patología autoinmune en la que el consumo de gluten conduce a la mala absorción de nutrientes. Esta proteína vegetal, presente en cereales como la cebada y el trigo, produce inflamación en el sistema digestivo y, por consiguiente, daños en el intestino delgado.
“Cuando un celiaco consume gluten, se aplanan las vellosidades intestinales, lo que impide la correcta absorción de vitaminas, hierro y nutrientes”, comenta Paulina Mella, nutricionista de Clínica Vespucio.
Los síntomas asociados a esta patología son principalmente: dolor abdominal, hinchazón, deposiciones líquidas o vómitos. En casos más complejos, las personas reportan problemas en la piel, huesos o articulaciones.
La última Encuesta Nacional de Salud contempla a más de 100 mil celiacos en Chile. Sin embargo, existe un número indeterminado de pacientes sin un diagnóstico declarado. “Esto se debe al grado de sintomatología que presenta la persona; hay pacientes que declaran sufrir dolores, diarreas, vómitos e incluso problemas cutáneos. Mientras también hay quienes que no manifiestan síntomas, lo que complica el diagnóstico y, por ende, el inicio de un tratamiento”, afirma.
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Los pacientes celiacos y aquellos con sensibilidad al gluten pueden tener síntomas similares, como hinchazón y diarrea, después de consumir alimentos con esta proteína vegetal. Pero sólo en los celiacos el sistema inmune afecta la capacidad del intestino de absorber vitaminas, minerales y nutrientes.
“Además de las dificultades a nivel gastrointestinal, la celiaquía puede causar problemas como anemia, osteoporosis e incluso aumentar el riesgo de padecer cáncer”, señala la nutricionista de Clínica Vespucio.
Según la última Encuesta Nacional de Salud, en nuestro país el 1,1% de la población es celiaca.
Las enfermedades autoinmunes, incluido el celiaquismo, suelen tener mayor prevalencia entre miembros de la familia. De hecho, los hijos de padres celiacos tienen una mayor predisposición a desarrollar esta patología. “No obstante, se están estudiando factores medioambientales que podrían incidir en el desarrollo de celiaquismo”, complementa Paulina Mella.
No importa cuán intensos sean los síntomas de la enfermedad, se aconseja en todos los pacientes una pauta alimentaria libre de gluten.
Según detalla la especialista, una dieta balanceada y supervisada por profesionales podría contribuir significativamente en la mejora de la calidad de vida de las personas celiacas.
“Hay pacientes que reportan mejorías considerables a partir de la segunda semana consumiendo un régimen adecuado a su condición”, agrega.
Sin embargo, un error común al seguir una dieta libre de gluten en un ambiente familiar es preparar los alimentos en el mismo espacio, con el consiguiente riesgo de contaminarlos entre sí.
“Siempre recomiendo realizar las preparaciones en un lugar específico y con instrumentos de cocina distintos, para evitar la contaminación cruzada”, sugiere la nutricionista.
Médico: Paulina Mella López