Cuando las válvulas de las venas de los testículos fallan, la sangre que originalmente va hacia el corazón se devuelve y se acumula, lo que genera congestión testicular y un aumento de la temperatura. Esta condición se conoce como varicocele. “En más del 90% de los casos se presenta en el testículo izquierdo, debido a la anatomía del drenaje que va hacia la vena renal izquierda, mientras que el lado derecho lo hace hacia la vena cava superior”, explica el coordinador de Urología de Clínica Vespucio, Dr. Juan Carlos Frías.
La mayoría de los hombres que desarrollan esta patología no lo saben, pues suele ser asintomática. Sin embargo, en ocasiones puede producir dolor testicular asociado al ejercicio o a posiciones en las que aumente la presión intra abdominal. En otros casos, genera atrofia testicular e incluso podría llegar a causar infertilidad. El especialista aclara que esto no significa que todos los pacientes vayan a tener problemas para engendrar:
“Normalmente el hombre consulta por infertilidad y, al hacer el análisis de las posibles causales, se detecta la enfermedad. Solo a aquellos hombres jóvenes con varicocele de gran tamaño se les pide un espermiograma para analizar los espermatozoides. ¿La razón? Esta patología puede hacer que los espermios disminuyan en cantidad, movilidad y aumente su grado de formas anómalas”, expone el urólogo.
Debido a que esta patología surge a nivel anatómico, no existen medidas que se puedan adoptar para evitar su aparición.
Las molestias que genera esta patología normalmente se manifiestan en hombres de 15 a 25 años. Para tratarlas, primero se indican analgésicos, pero si el dolor no cesa, es necesaria una operación. “Es una cirugía ambulatoria sencilla y la técnica principal consiste en una incisión a nivel de la raíz del pene, hacia el costado izquierdo habitualmente, en la que uno exterioriza el cordón espermático y se cortan las venas para que la sangre busque otro camino por donde drenar”, explica el especialista.