Son más habituales de lo que creemos y sufrirlas puede mermar nuestra calidad de vida de forma importante. Por eso, conocer un poco más sobre ellas puede ayudar a descubrir que las padecemos y buscar alternativas de solución para cada una de ellas.
Aunque el nombre pueda resultarnos desconocido, esta patología es más recurrente de lo que se piensa. Es una condición que afecta a alguno de los dedos de la mano y que lo deja atrapado en una posición de flexión sin posibilidad de poder estirarlo.
Según comenta el Dr. Álvaro Carvajal, traumatólogo de Clínica Vespucio, “esta restricción, que se produce al movimiento de uno o más dedos, se debe a una inflamación del tendón flexor y de la polea que lo recubre”.
Se puede producir en cualquier dedo y en una o ambas manos. Es una patología multifactorial, pero hay personas que tienen mayor tendencia a desarrollarla: “Pacientes diabéticos o aquellos que presenten alguna enfermedad reumatológica, debido a su mayor tendencia a hacer inflamación del tejido sinovial, que es lo que recubre los tendones flexores. Pero también se da mucho en personas que realizan actividades repetitivas y cotidianas como tejer o lavar, y en trabajadores manuales, secretarias, artesanos o personas que se someten a un traumatismo leve, repetitivo y que va sumando tendencia a inflamación o a alguna enfermedad”, comenta el especialista.
Los síntomas habituales del dedo en gatillo son:
De acuerdo con el Dr. Carvajal, “en general, el tratamiento es de carácter escalonado. Primero se detecta el cuadro y, si es una molestia y dolor con una alteración leve de la movilidad, se adoptan medidas generales como antiinflamatorio, frío local, reposo e incluso se puede agregar una férula por algunos días para que el dedo haga el reposo correspondiente”. Al cabo de una semana se evalúa cómo responde la persona al tratamiento inicial. Puede permanecer con algunos síntomas residuales 1 o 2 meses, pero después de esto desaparecerán por completo.
Si el tratamiento no genera mejorías y los síntomas no ceden, se puede probar con una infiltración con corticoides y kinesioterapia para que el dedo vaya soltándose.
Finalmente, si no hay una respuesta al tratamiento o se trata de un paciente que consulta en una etapa muy tardía, el médico puede indicar cirugía ambulatoria en la que se realiza una incisión en la palma de la mano y se libera la zona inflamada.
“Hay un porcentaje pequeño de pacientes a los que se les puede volver a atrapar el tendón, pero es menos del 5%”, explica en traumatólogo. Como medida preventiva, recomienda dosificar las actividades manuales, realizando pausas y descansando.
Es un trastorno que ocurre cuando hay una compresión del nervio mediano que pasa por el túnel carpiano, ubicado en la muñeca, en la parte de la palma, y, al igual que el dedo en gatillo, es multifactorial.
El Dr. Carvajal explica que “puede ser que el paciente tenga una predisposición mayor a tener un túnel carpiano más estrecho, o sea producto de tareas repetitivas que generan una inflamación de los tendones. También se puede asociar a pacientes con enfermedades reumatológicas con mayor tendencia a inflamación de partes blandas”. Al igual que el dedo en gatillo, se ve más frecuentemente en personas con mayor actividad manual.
Los principales síntomas del síndrome del túnel carpiano son sentir los dedos adormecidos con sensación de dolor, electricidad o como si quemara, sobre todo en la noche, cuando están en reposo. “El paciente necesitará mover la mano o levantarla para que deje de doler. Habitualmente los pacientes presentan molestias en una mano, no obstante, hay un número no despreciable que puede presentar síndrome de túnel carpiano en ambas extremidades o a quienes les puede dar en la otra mano tiempo después”, menciona el especialista.
Cuando se trata de un cuadro de inicio reciente y leve, se puede intentar un tratamiento con elongación, kinesioterapia y medicamentos. Cuando el paciente consulta con síntomas más severos, requerirá cirugía ambulatoria. Esto ocurre en el 80 o 90% de los casos.
Esta condición puede estar asociada al dedo en gatillo o a la tendinitis y como método preventivo se recomienda realizar pausas compensatorias en el trabajo, elongar cada dos horas y dosificar las actividades.
Médico: Dr. Álvaro Carvajal Faúndez