Tras perder algunos kilos, es normal que algunos depósitos de grasa perduren en el organismo. Técnicas como la lipoaspiración ayudan a remover adiposidad localizada, la que muchas veces puede ser reinplantada en el organismo, con el fin de armonizar la intervención.
Para el Dr. Juan Pablo Cisternas, cirujano plástico, estético y reconstructivo de Clínica Vespucio, estos procedimientos son fáciles de confundir. “La lipoaspiración es una técnica destinada a aspirar los excesos de tejido graso en áreas definidas del cuerpo, a través de pequeñas incisiones muy poco visibles”.
Esta intervención se recomienda a cualquier tipo de paciente con depósitos de grasas y sin mayor exceso de piel. El resultado será mejor en personas de menor edad o cuya elasticidad de la piel se mantenga en buen estado. “La misma grasa extraída puede ser reimplantada en el paciente, para armonizar el resto de la intervención”, agrega.
“La lipoescultura es un sinónimo de la lipoaspiración, que describe ciertas características de la misma, como la marcación y definición de algunas zonas del cuerpo. Muchas veces la gente piensa que es lo mismo, pero eso es falso”, comenta el especislista.
¿Qué pacientes son candidatos?
Antes de definir el procedimiento, es fundamental tener claras las necesidades del paciente. “Si no se trata de una persona con un peso Sani y lo que busca es eliminar esos molestos depósitos o cúmulos de grasa localizados para mejorar el aspecto estético de su silueta, incluso marcar, entonces debe someterse a una lipoaspiración”. Por el contrario, “si existen depósitos de grasa, además de piel en exceso, se podría recomendar una abdominoplastía”, enfatiza el Dr. Cisternas.
Mitos y verdades sobre lipoescultura y lipoaspiración
Mito:
Verdad:
Cuidados post operatorios
El especialista de Clínica Vespucio hace hincapié en los cuidados post operatorios de estas dos intervenciones estéticas, para que el paciente pueda obtener óptimos resultados y mantenerlos en el tiempo: